Mientras lloramos, con profunda tristeza, la muerte de nuestra heroína, la jueza Ruth Bader Ginsburg, y la pérdida de su apasionada voz e inspiración, podemos pensar en su humilde comentario:
"Me gustaría ser recordada como alguien que utilizó todo el talento que tenía para hacer su trabajo lo mejor posible".
Como sabemos, ella vivió esas palabras y nos dejó un legado de justicia, equidad e inclusión por el que ahora debemos luchar ferozmente, ya que se verán más atacados que nunca.
La jueza Ginsburg inspiró a muchos de los que defendimos los derechos de la mujer en los años setenta y ochenta y, más ampliamente, los derechos civiles y humanos de todas las personas que sufrían las barreras estructurales que oprimían a las mujeres, las personas de color, las familias, los inmigrantes, las personas con discapacidad, los miembros de la comunidad LGBTQ+ y otros.
Creo también que llevaremos a cabo nuestro trabajo con su espíritu, entregándonos plenamente a nuestra causa.
Tenemos mucho que hacer y sé que estamos a la altura de la lucha que nos ha planteado la jueza Ginsburg.
Y lucharemos.
Joan Graff
Presidenta
Legal Aid at Work
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