Tanto el Presidente Obama como un grupo bipartidista de senadores han dado a conocer esta semana sus planes para revisar el sistema de inmigración de nuestro país, dando un primer paso importante hacia la tan necesaria reforma integral de la inmigración. Nos anima que nuestros líderes estén considerando una vía hacia la ciudadanía y que el Presidente proponga reconocer los derechos de las familias homosexuales a efectos de inmigración. Si la reforma se hace bien, sacará de la sombra a millones de trabajadores inmigrantes y fortalecerá nuestra economía y nuestras comunidades.