Una clienta de LAS-ELC relata su experiencia luchando por sus derechos

Miembros del personal de Legal Aid at Work trabajando con un cliente

Después de divorciarse en China en 1992, nuestra clienta luchó por mantener a su hijo y finalmente decidió trasladarse a EE.UU. La diferencia que encontró aquí, dice, fue que los trabajadores de bajos ingresos como ella tienen derechos. Y LAS-ELC, dice, le ha ayudado a hacer realidad esos derechos. Tres veces.

"Hace diez años tuve problemas salariales con un empleador", cuenta Li, que nos ha pedido que no utilicemos su nombre completo. "Una asistente social me dio el nombre de la organización. LAS-ELC me ayudó, rápida y eficazmente. Fueron muy amables. Me quedé con su tarjeta y su número".

Este año, de nuevo necesitada de ayuda jurídica relacionada con el empleo, pidió sugerencias a una trabajadora social y de nuevo fue remitida a LAS-ELC. Había estado trabajando como cuidadora a domicilio de una mujer de 95 años que había fallecido. Cuando la Sra. Li solicitó la prestación por desempleo un mes después, el EDD rechazó la solicitud por tardía.

LAS-ELC apeló la desestimación y ganó, pero la Sra. Li seguía sin recibir sus prestaciones. Resultó que el EDD la estaba penalizando por errores que había cometido en un formulario que había presentado tres años antes. Cuando esto se aclaró, ya había agotado todas las prestaciones de que disponía. Aun así, la señora Li estaba satisfecha.

"El reconocimiento fue suficiente", dice Li. "Esto ya es mucho más de lo que habría tenido en China, sólo conmigo para mantener a mi familia... Había días que no comía para que mi hijo pudiera hacerlo. Tener derechos como trabajadora en este país, en Estados Unidos, es una bendición".

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