La semana pasada se cumplió el 75 aniversario de la Ley de Normas Razonables de Trabajo (FLSA), ensalzada por FDR como quizás "el programa de mayor alcance y visión de futuro en beneficio de los trabajadores jamás adoptado aquí o en cualquier otro país". Sin embargo, en lugar de celebrar la FLSA -la piedra angular de la legislación laboral moderna-, los defensores de los derechos de los trabajadores están conmocionados por dos decisiones negativas del Tribunal Supremo que amenazan con anular algunas de las principales protecciones de la ley.