Cada día, las niñas y las jóvenes se enfrentan a desigualdades de género persistentes y flagrantes en los deportes escolares y comunitarios en pueblos y ciudades de todo el país. En todo Estados Unidos, a pesar de que las chicas quieren jugar en mayor número, los institutos dan un millón más de oportunidades deportivas a los chicos que a las chicas, más de 100.000 en California. En las ligas deportivas comunitarias organizadas por los departamentos públicos de parques y ocio, las chicas sólo tienen un tercio -o incluso menos- de las oportunidades de jugar en equipo. Un gran departamento de parques y recreo de California informó de que, en la actualidad, las chicas sólo reciben un 12% de las oportunidades deportivas. Y, cuando las chicas consiguen practicar deportes, se les dice que no importan tanto a través de condiciones inferiores como instalaciones de segunda categoría, entrenadores que no conocen el deporte y poco o ningún reconocimiento en la publicidad escolar o comunitaria.
Este Día Nacional de las Niñas y las Mujeres en el Deporte (3 de febrero), ha llegado el momento de reconocer la epidemia de desigualdad de género en el deporte juvenil, ilegalizada por el Título IX. Es importante actuar no solo porque es lo correcto, sino para que más niñas puedan disfrutar de los beneficios de la práctica deportiva durante toda su vida:
- Las chicas que practican deportes en el instituto ganan un 7% más cuando son adultas y tienen más probabilidades de acceder a profesiones en las que predominan los hombres.
- Las chicas que practican deportes experimentan un mayor éxito académico.
- Las chicas que hacen deporte tienen más autoestima y confianza en sí mismas.
- Y las niñas que practican deportes tienen más probabilidades de evitar el cáncer de mama en la edad adulta y de experimentar una amplia gama de beneficios duraderos para su salud mental y física, incluida la prevención de ciertas afecciones diabéticas que las hacen más vulnerables al COVID-19.
Piense en su propia liga deportiva comunitaria de secundaria o juvenil, o en la de su hija, nieta, sobrina o vecina. Si piensa en el campo de béisbol local y en el de softball, ¿son iguales, o uno está menos cuidado y lejos? ¿Se menciona por igual a los equipos femeninos en las redes sociales, las concentraciones y los anuncios, o reciben las migajas del reconocimiento? ¿Los vestuarios y las salas de equipo de las chicas son iguales a los de los chicos, o se les asignan zonas más pequeñas y menos equipadas, o ninguna, para sus equipos y su desarrollo deportivo? Todo esto se puede arreglar y no hace falta que pasen años, ni siquiera meses. Podemos empezar ahora mismo a allanar el terreno de juego para el deporte juvenil femenino. He aquí cómo empezar:
1. EXAMINAR LOS PROGRAMAS DE DEPORTE JUVENIL CON UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO.
Incluso si la programación deportiva juvenil en las escuelas o la comunidad está en pausa en este momento, es un buen momento para dar un paso atrás y examinar:
- ¿Reciben los chicos la mayoría de las oportunidades deportivas en las escuelas locales o en las ligas comunitarias? CA exige que los centros públicos de primaria, secundaria y bachillerato con competiciones deportivas publiquen los datos de participación en sus páginas web. Pida los datos si no están publicados.
- ¿Reciben los chicos beneficios superiores, como instalaciones, franjas horarias, experiencia como entrenadores, oportunidades de recaudación de fondos y mucho más?
2. ENCONTRAR LA FRUTA MÁS ASEQUIBLE PARA INCULCAR LA EQUIDAD.
Por ejemplo, en tu escuela o comunidad, si los chicos tienen los mejores campos o gimnasios, o mejor acceso a los vestuarios y salas de equipo, simplemente ROTA estas áreas entre los equipos femeninos y masculinos (es decir, no permitas que el fútbol masculino domine los vestuarios y salas de equipo durante todo el año, sino reparte los espacios equitativamente entre TODOS los equipos). Se trata de recursos públicos que deben ser disfrutados por igual por los jóvenes, independientemente de su sexo. (Nota: Acoger y acomodar a todos los jóvenes LGBTQI es clave - ¡contacta con Fair Play para obtener más recursos sobre la inclusión, según sea necesario!)
3. ELABORAR / SOLICITAR PLANES A LARGO Y CORTO PLAZO PARA GARANTIZAR LA IGUALDAD DE GÉNERO EN EL DEPORTE JUVENIL.
- Encuestar a las niñas de la escuela(ejemplo) o de la comunidad(ejemplo) sobre qué quieren jugar y qué barreras pueden estar impidiéndoles jugar, luego añadir los deportes que identifiquen y eliminar las barreras a la participación.
- Revise las guías existentes sobre cómo inculcar la igualdad de género en el atletismo de las escuelas públicas K-12 y en los programas deportivos públicos de la comunidad. Existen guías accesibles y atractivas para las escuelas y los parques y actividades recreativas de la comunidad.
- Reconocer que los frutos más preciados también son fundamentales y alcanzables, como garantizar que las instalaciones deportivas escolares y los complejos deportivos comunitarios recién construidos o renovados sean equitativos desde el punto de vista del género e incluyan a las niñas en función de sus intereses deportivos.
4. PERSISTIR.
Garantizar que los miembros de la comunidad, las familias, las niñas, las partes interesadas y el personal, los entrenadores y la dirección de los programas deportivos juveniles persistan diagnosticando rápidamente los problemas de desigualdad de género en los deportes juveniles, detectando y abordando la injusticia con planes concertados y proporcionando apoyo y financiación (¡la creatividad con recursos funciona!) para todos los cambios necesarios.
Sepa que la igualdad de género es posible. Fair Play for Girls in Sports, un proyecto de la organización sin ánimo de lucro Legal Aid at Work, lleva casi dos décadas trabajando para ayudar a las niñas a establecer la equidad en los deportes juveniles, especialmente en las comunidades de color con bajos ingresos, donde las atletas femeninas han sido marginadas con demasiada frecuencia.
Como muestra de nuestro trabajo, Fair Play ha concluido recientemente la supervisión de cuatro institutos diferentes en dos estados, lo que ha impulsado los siguientes cambios:
- Cientos de oportunidades deportivas para las chicas en forma de nuevos niveles de equipos deportivos (por ejemplo, equipos de frosh/soph/novice) y una oferta deportiva más amplia (que responda a lo que las chicas realmente quieren jugar). Por ejemplo, donde hay tres niveles de fútbol para los chicos, una escuela debería establecer tres niveles de fútbol femenino, baloncesto u otros deportes femeninos con demanda, con entrenadores y apoyo comparables.
- Instalaciones deportivas rotatorias y/o mejoradas para las chicas, de modo que los equipos femeninos tengan por fin el mismo acceso a vestuarios, salas de equipos, campos, espacios de acondicionamiento y mucho más, financiados con fondos públicos. En un colegio de California, el equipo femenino de softball tenía unos banquillos decrépitos de tela metálica y carecía de un pabellón de bateo adecuado, mientras que el equipo masculino de béisbol tenía unos banquillos de bloques de hormigón resistentes y a la sombra y un complejo de bateo, en el mismo campus, una historia de dos equipos.
Tras la intervención de Fair Play, la escuela creó un nuevo campo de softball femenino, con banquillos de bloques de hormigón y una estructura de bateo para chicas, entre otros cambios. Ahora, de una vez por todas, las chicas pueden jugar en igualdad de condiciones.
La igualdad de género en las ligas deportivas juveniles, en las escuelas y en los equipos comunitarios de parques y recreo puede ser una realidad ahora mismo. Empieza hoy mismo echando un vistazo a las herramientas y vídeos del sitio web de Fair Play: www.fairplayforgirlsinsports.org y ponte en contacto con nosotros para obtener más información. Si desea apoyar los esfuerzos de Fair Play para nivelar el campo de juego, también puede donar aquí y / o suscribirse a las noticias electrónicas en nuestro sitio. ¡Feliz Día Nacional de las Niñas y las Mujeres en el Deporte!