En esta Semana Nacional del Aprendizaje, aplaudimos los esfuerzos por mejorar el acceso al empleo mediante programas de aprendizaje, pero creemos que los empresarios deben apuntar más alto para garantizar que las mujeres se beneficien de estos programas en la misma medida que los hombres.
Teresa Caponio tenía más de 50 años cuando entró en un programa de aprendizaje de oficios de la construcción. Tenía 16 años de experiencia en la construcción y su currículum estaba decorado con certificados de reanimación cardiopulmonar, seguridad en el lugar de trabajo, soldadura de chapas y seguridad en zonas de trabajo y control del tráfico. Debido a su gran formación y experiencia, podía optar a varios créditos cuando entró en el programa. A pesar de ello, no consiguió ningún empleo durante más de dos años, sin explicación alguna. Finalmente recurrió a su propia red para encontrar trabajo.
Al parecer, hombres más jóvenes y con menos experiencia habían recibido las oportunidades laborales que ella debería haber recibido a través de su aprendizaje. A los cinco años del programa, la Sra. Caponio no tenía ni de lejos el potencial de ingresos ni las mayores oportunidades que cree que se le deberían haber ofrecido. Sólo recibió formación en el puesto de trabajo y en el aula suficiente para asegurarse un año de pensión.
Los programas de aprendizaje son oportunidades de aprendizaje basadas en el trabajo para personas con diversas experiencias vitales y medios económicos para "ganar y aprender." Los programas de aprendizaje abarcan una amplia gama de trabajos, como obreros de la construcción, especialistas en desarrollo infantil, bomberos, electricistas e higienistas dentales. Según el Departamento de Trabajo, por término medio, el salario inicial de las personas que participan en estos programas es de 15 dólares por hora. Los que completan un programa y se convierten en trabajadores plenamente competentes pueden llegar a ganar unos 50.000 dólares al año, es decir, casi 25 dólares por hora.
Los programas de aprendizaje ofrecen a las personas que no pueden -o no quieren- obtener un título universitario la oportunidad de aprender un oficio técnico específico que aumente su potencial de ingresos. Esta oportunidad tiene un valor incalculable para muchos estadounidenses que, de otro modo, no estarían expuestos a una carrera lucrativa. Pero la capacidad de las mujeres para acceder a la promesa de los aprendizajes se ve obstaculizada cuando los empleadores o los sindicatos discriminan a las mujeres comerciantes de la forma que experimentó la Sra. Caponio.
La National Taskforce on Tradeswomen's Issues ha descubierto que las mujeres representan el 70% de los trabajadores con salarios bajos en programas de aprendizaje de oficios tradicionalmente femeninos, pero sólo el 3% de los que trabajan en oficios con mayores ingresos, como la construcción. Para ese 3%, la brecha salarial es exponencialmente mayor.
Los aprendizajes ayudan a muchos a dar grandes pasos hacia un empleo significativo, pero debemos tener cuidado de no dejar atrás a las mujeres.